Es increíble el comportamiento de las personas cuando se autoengañan mirando hacia otro lado, o haciendo razonamientos absurdos en relación con la toxicidad del tabaco, como echar por ejemplo toda la culpa al papel del cigarrillo. Pero actualmente está bien documentado por trabajos científicos rigurosos que el fumar tabaco es la principal causa de cáncer de pulmón y contribuye fuertemente en el desarrollo de enfermedades coronarias y respiratorias. La concentración de partículas en suspensión que pueden ser respiradas dentro de un edificio o lugar cerrado puede tener niveles inaceptables cuando hay una gran ocupación de personas fumadoras y/o pobre renovación de aire. Hay que decir también que los ambientes con humo de tabaco son perniciosos con factores de riesgo alto para cáncer de pulmón, esto habría que tenerlo en cuenta para los niños y personas no fumadoras en ambientes no limpios. Tampoco hay que olvidar que el tabaco es la causa de otros cánceres como son: boca, lengua, faringe, esofago, estomago, colon, riñones, higado, vejiga, aparato genital, ano; incluso se le relaciona recientemente con el de mama, y también acelera el cancer de piel en los fumadores que lo padecen.
Cuando se quema tabaco, sean cigarrillos, puros o en pipa, se generan dos tipos de flujos o corrientes de productos químicos, la principal hacia el entorno del fumador y personas que le rodean, y la secundaria que es la que inhala el propio fumador al succionar a través del sistema empleado.La principal tiene una mayor concentración de micro- y nanopartículas, con efectos muy nocivos como veremos más abajo, ya que éstas se producen a temperaturas más altas en la punta del cigarrillo que ronda los 1000ºC; en la secundaria también se arrastran parte de esta materia ultrafina, aunque la concentración será mayor en la boquilla del cigarrillo o pipa que carezca de filtro.Tampoco se debe menospreciar una tercera corriente con el resto de humo y gases expulsados por el fumador, que también perjudica a las personas no fumadoras.
El humo de tabaco es un sistema complejo constituido por gases y partículas, son varios miles de componentes y entre ellos se han detectado varias decenas de sustancias cancerígenas. No vamos a incidir demasiado en los componentes orgánicos, entre los que podríamos destacar: nicotina, nitrosoaminas, benceno, hidrocarburos policíclicos aromáticos como tolueno, benzopireno y otros (PAHs, acrónimo en inglés), acroleina, formaldehído y otros aldehídos, cetonas, ácidos orgánicos, y compuestos orgánicos nitrogenados.
En su lugar reflexionaremos más profusamente sobre la parte inorgánica del humo que siempre queda un poco olvidada, pero con componentes tóxicos muy perjudiciales para la salud como son: CO, NOx, cianuro de hidrógeno, amoniaco, arsénico, cadmio, plomo y elementos radiacticos como el polonio210. Por ejemplo, el CO desplaza a la molécula de dioxígeno que está ligada a un átomo de hierro del grupo hemo. El grupo hemo es un compuesto de coordinación con estructura plana donde el hierro está en el centro del anillo de una porfirina, y es responsable del transporte del dioxígeno en los globulos rojos desde la sangre arterial de los pulmones hasta los diversos tejidos y órganos de nuestro cuerpo y de muchos seres vivos. Por ello no es de extrañar que la calidad de la sangre de los fumadores sea baja analizando parámetros básicos de una analitica normal, como por ejemplo los niveles de carboxihemoglobina en fumadores y personas en aires poco limpios.
Por otro lado debemos focalizar en la materia particulada del humo que constituye un aerosol muy complejo que cuando se recoge en una pared fría constituye el hollín que presenta una gran variabilidad quimica tanto inorgánica como orgánica.Estas partículas a causa de su tamaño y/o reactividad química, como son las moléculas de solo carbono tipo fullerenos y las nanoparticulas derivadas a partir de ellas, son muy peligrosas para la salud. Nos referimos a moléculas de 60 o más atomos de carbono, estructuras laminares o fragmentos nanométricos de ellas (el cluster más pequeño de carbono identificado es el C20).Estos fullerenos y sistemas derivados tienen características similares a los PAHs, ya que presentan aromaticidad pero de tipo tridimensional, mientras que en el benceno y compuestos orgánicos aromáticos es bidimensional.Esta aromaticidad 3D les confiere gran reactividad con especies quimicas y radicales libres, aspecto que ha sido ampliamente estudiado en el laboratorio para el fullereno C60. Relacionado con esto merece destacar dos moléculas orgánicas aromáticas que están en el humo del tabaco y que han sido bien investigadas por su peligro como cancerígenos para los humanos y animales , son: el benceno y el benzopireno.
Actualmente se sabe que las partículas microscópicas más pequeñas, con dimensiones moleculares, atraviesan los canales de la membrana de los vasos sanguíneos, navegando dentro del torrente sanguíneo. Estas partículas y/o moléculas de carbono muy reactivas navegando por la sangre generan un proceso inflamatorio, ya que las células del sistema inmunitario acuden a neutralizar a estos componentes extraños, generando enfermedades cardiovasculares. También hay que señalar que estos componentes del hollín del tabaco pueden servir de vehiculos de otras especies, adsorbiendo en su superficie grandes cantidades de ellas, perniciosas para la salud de humanos y animales, son los PAHs con el benzopireno como uno de los componentes omnipresentes y más estudiados por sus efectos devastadores en la salud.Aunque hemos focalizado en nanopartículas de carbono no hay que dejar de lado otras que son potencialmente peligrosas como la sílice microcristalina.
Actualmente se sabe que las partículas microscópicas más pequeñas, con dimensiones moleculares, atraviesan los canales de la membrana de los vasos sanguíneos, navegando dentro del torrente sanguíneo. Estas partículas y/o moléculas de carbono muy reactivas navegando por la sangre generan un proceso inflamatorio, ya que las células del sistema inmunitario acuden a neutralizar a estos componentes extraños, generando enfermedades cardiovasculares. También hay que señalar que estos componentes del hollín del tabaco pueden servir de vehiculos de otras especies, adsorbiendo en su superficie grandes cantidades de ellas, perniciosas para la salud de humanos y animales, son los PAHs con el benzopireno como uno de los componentes omnipresentes y más estudiados por sus efectos devastadores en la salud.Aunque hemos focalizado en nanopartículas de carbono no hay que dejar de lado otras que son potencialmente peligrosas como la sílice microcristalina.
Evidentemente este sistema tóxico también lo tenemos en ambientes urbanos muy contaminados, pero todo hay que decirlo y en general el aire con humo de un sitio cerrado es más contaminante que la de un lugar abierto, debido a la dilución de las especies contaminantes en un volumen mucho mayor. Sólo en zonas concretas de ciudades muy contaminadas tendremos niveles de contaminación comparables a los que podemos encontrar en sitios cerrados donde se permite fumar.
Me gustaría terminar con una afirmación, bien racional y de interés general, del prestigioso oncólogo Dr. Mariano Barbacid que dijo en su día: "la mejor medicina contra el cancer es no fumar". Lo razonable ahora será que le hagamos caso.
BIBLIOGRAFIA
- Colin Baird & Michael Cann.“Environmental Chemistry", W.H.Freeman and Company,3rd ed., 2005.
- Holleman,A.F. and Wiberg Egon. “Inorganic Chemistry”, Academic Press, 2001.
- Pradyot Patnaik. “A comprehensive guide to the hazardous properties of chemical substances”, 3rd ed.,Wiley-Interscience, 2007.
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